Todo
un descubrimiento para mí, la escritora italiana Natalia Ginzburg (1916-1991).
"Las pequeñas virtudes" recoge once textos a medio camino entre el ensayo y la autobiografía.
"Las pequeñas virtudes" recoge once textos a medio camino entre el ensayo y la autobiografía.
Me
ha gustado especialmente la descripción que hace en uno de los textos (no sé si
llamarlos textos o relatos) , "Invierno en los Abruzos", sobre los
tres años que pasa exiliada junto a su marido y sus niños en esta región de
Italia, más en concreto en un pueblo cercano a Aquila. Me impactado la descripción
"a pinceladas" del pueblo y su gente y luego el final, el final
demoledor del relato.
Destaco
también el "Retrato de un amigo" refiriéndose a Cesare Pavese (últimamente
no hago más que encontrármelo) y a la ciudad de Turín (aunque no la nombre en
el texto). Un relato contenido pero en el que se intuye, no obstante, la
profunda amistad y admiración de la autora por el escritor. Llegaron a trabajar
juntos en la editorial Einaudi (todo el libro me ha llevado a "investigar
más cosas por mi cuenta). Un retrato que nos da una idea sobre la complicada
personalidad Pavese pero también de su enorme generosidad con sus amigos.
De
los once texto me quedo también de forma especial con uno en el que relata su
pasión por la escritura, "Mi oficio", y cómo llegó a hacer de esa
pasión, efectivamente, su oficio en la vida. Nos habla de cómo empezó fabulando
a través de cuentos y poemas para pasar luego a la novela , al teatro y al
ensayo, y de cómo el oficio de la escritura nace y crece en su interior y que,
aunque se encuentre cómoda escribiendo, también es la escritura motivo de
frustración y dolor muchas veces.
Un
libro corto (164 pgs) que me ha gustado y sobre todo, interesado. Los once
textos merecen la pena, sólo he destacado los que, subjetivamente, me han
llamado a mí más la atención.
Una prosa sin adornos, sencilla, directa, clara y sobre todo, honesta. Volveré a esta autora en algún otro momento. Seguro.
Una prosa sin adornos, sencilla, directa, clara y sobre todo, honesta. Volveré a esta autora en algún otro momento. Seguro.
"Porque
este oficio no es nunca un consuelo o una distracción. No es una compañía. Este
oficio es un amo, un amo capaz de apoyarnos hasta hacernos sangrar, un amo que
grita y condena. Nosotros debemos tragar saliva y lágrimas, apretar los
dientes, secar la sangre de nuestras heridas y servirlo."
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